El pueblo castellano fue represaliado durante la Guerra Civil por demostrar solidaridad con la clase trabajadora, siendo calificada como ‘la Moscú de España’
En el 2005, dos años antes de la aprobación de la Ley de Memoria Histórica, el monumento a los caídos por Dios y por España en la localidad de Valderas fue reemplazado por un murete con una inscripción a nombre del Ayuntamiento: «A todos los que sufrieron las consecuencias de una guerra que nunca debió existir (1936-1939)«. Esta frase hace referencia a la matanza que se llevó a cabo en el pueblo en 1936, en la cual las tropas golpistas masacraron a casi cien de los 3.300 habitantes que entonces vivían en Valderas.
El alcalde de entonces, Victoriano López Rubio, y el sindicalista Falconerín Blanco Fernández, lucharon contra las tensiones crecientes entre los trabajadores y los propietarios, las cuales generaron huelgas y acoso. Como muestra de solidaridad con los obreros, el alcalde cambió el nombre de la calle Padre Isla por el de Lenin, lo que causó algunos disturbios violentos (culminando en la huída del pueblo por parte de los dos dirigentes y la muerte del alcalde posteriormente) y causando que el pueblo sea referido como ‘la Moscú de España’ o ‘Valderas Roja’ por los conservadores. Esta terminología sería luego usada para justificar la ocupación fascista del pueblo y la matanza.
150 vecinos mal armados trataron de resistir la llegada de los 300 soldados fascistas. 178 valderenses terminaron en prisiones o fueron enviados a los campos de detención franquistas. López Rubio y Falconerín fueron, según algunas fuentes, localizados, torturados, mutilados y lapidados. Aproximadamente 90 personas fueron fusiladas. Muchos de los masacrados siguen en fosas comunes sin identificar en León y Zamora.
Se han tomado algunas iniciativas para recuperar e identificar los restos. Por ejemplo, en 2015, 9 víctimas, cuyos cuerpos fueron desenterrados tres años antes, fueron homenajeados en un acto al que acudieron cientos de personas. Desde la Unión General de los Trabajadores, se apoyan y defienden los proyectos, actos y acciones que contribuyen al reconocimiento y el homenaje a la Memoria Histórica de nuestro país, ya que se trata de uno de los principales pilares de la democracia española.
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