La elección de Pepe Álvarez como secretario general en el 42º Congreso marca una nueva etapa en la lucha por la recuperación de los derechos de los trabajadores y de la sociedad en general, muy erosionados tras la reforma laboral y los recortes de las pensiones y del resto de políticas sociales; también de los derechos civiles y de las libertades públicas. La Comisión Ejecutiva Confederal, completamente renovada, impulsa además un buen número de actuaciones para restituir derechos y lograr la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.

En este periodo se culmina la nueva estructura organizativa de UGT, cuyo objetivo básico es acercar aún más la Organización a los trabajadores y trabajadoras, a “la calle” y a los grupos y colectivos sociales. Esta poderosa estructura, que da lugar a tres grandes federaciones (FeSP, FICA y FeSMC), persigue restablecer y potenciar la relación de todos ellos con el mundo sindical.

2017 comienza, asimismo, con una elocuente recuperación de la afiliación, que había descendido los años anteriores debido a la crisis económica, y se cierra con la victoria en las elecciones sindicales.

En el transcurso del año, UGT inicia un largo proceso de movilizaciones para defender las pensiones públicas. Sus fines específicos son: acrecentar la cuantía de las mismas en función del IPC, paliar los efectos de la reforma decretada por el Partido Popular en 2013 y rehabilitar el Pacto de Toledo. La más significativa de todas ellas quizá sea la “Marcha por Pensiones Dignas”, iniciativa del sindicato a la que sucedieron numerosas movilizaciones de similar propósito.

Evitar la exclusión social de los parados mayores de 50 años, fomentar la formación dual o restituir el contrato de relevo y las prejubilaciones marcan, junto a la lucha por las pensiones y contra la violencia de género, la acción sindical de UGT en defensa de los colectivos más castigados por la crisis económica.

Ya en 2018, las movilizaciones por la igualdad y los derechos de la mujer, una de las principales reivindicaciones del sindicato, convierten el 8 de Marzo en una jornada histórica contra la desigualdad de género en todas sus vertientes.

El Acuerdo Social para el aumento del SMI, sellado en 2017, y el IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, suscrito a mediados de 2018, suponen un notable avance en materia sociolaboral después de años de estancamiento. El IV AENC recoge una subida salarial de hasta el 3% y da respuesta a una insistente aspiración de la Unión General de Trabajadores: que ningún salario de convenio esté por debajo de los 1.000 euros (o lo que es lo mismo, 14.000 euros anuales con dos pagas extraordinarias). Por primera vez en 130 años, la ratificación de un acuerdo de esta naturaleza es sometida a las bases del sindicato.

Con el ánimo de promover el papel protagonista de las personas jóvenes en la construcción del futuro y el objetivo inmediato de mejorar sus precarias condiciones laborales, UGT crea la organización juvenil RUGE (Revolución Ugetista).