Pasó por dos consejos de guerra y murió defendiendo sus ideas
Hace 80 años el franquismo asesinó a Javier Bueno. Periodista vocacional, aguerrido, y lleno de fuerza. Fue presidente de la Asociación de la Prensa. Innovador dentro de las redacciones, comprometido, amante de la cultura y muy formado. Era afiliado a UGT y dirigió la redacción de varios periódicos entre ellos Luz, Crisol y La Voz.
En 1933 el sindicato le encomendó la dirección del diario Avance, el periódico del SOMA (Sindicato de Obreros Mineros de Asturias). Se mudó a Oviedo y remodeló el periódico convirtiéndolo en bastión de la lucha contra el gobierno de la CEDA. El diario sufrió secuestros en sus ediciones y cuantiosas multas. Por sus informaciones Bueno fue detenido en cuatro ocasiones. Se le acusaba de agitar la revolución asturiana desde sus editoriales y de gestor moral de la revolución.
El 5 de octubre de 1934 se desarrollaron los primeros acontecimientos revolucionarios de los mineros asturianos y solo un día después detienen a Bueno. Le acusaban de “exaltación a la revolución”, y un año después fue sometido a un consejo de guerra acusado de inducción a la revolución y encubrimiento. La sentencia le condenaba a reclusión perpetua y a una multa de 70 millones de pesetas. Con la amnistía de 1936 fue liberado y volvió a la dirección de Avance.
Combatió unos meses con la República en el asedio de Madrid y volvió a Asturias, con la caída del principado huyó a Francia en un pesquero, pero para volver a Madrid, y se encargó del semanario Claridad hasta 1939 cuando las topas franquistas conquistaron Madrid y encarcelaron al periodista en la cárcel de Polier.
En su segundo consejo de guerra renunció a defenderse, pero su dio un discurso en el que negó todas y cada una de las acusaciones. En la madrugada del 26 de septiembre fue asesinado ante el pelotón de fusilamiento y enterrado en una fosa común a los 48 años.
Casi nadie recuerda ahora a Javier Bueno, y pocos conocen su amplia trayectoria en el mundo de periodismo, de hecho, en 2012 se eliminó el premio que la asociación de la prensa concedía en su nombre, el último en obtenerlo fue Carlos Alsina.
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