El 9 de octubre de 1992 desde el País Vasco y Asturias partieron a Madrid 750 trabajadores y sindicalistas para exigir un cambio en las políticas industriales del gobierno realizadas para restructurar el sector siderúrgico
A comienzos de los año 90 la transformación de la siderurgia a nivel europeo conllevo una serie de mejoras tecnológicas y de producción provocando un fuerte impacto en la mano de obra en la zona donde se localizaban las diferentes industrias, disminuyendo así drásticamente las plantillas y cerrando gran cantidad de instalaciones.
Se realizó un durísimo recorte de más de 10.000 puestos de trabajo a través de bajas incentivadas y jubilaciones anticipadas.
Como rechazo a esta restructuración que ponía en serio peligro la continuidad y el futuro de la siderurgia asturiana y vasca se organizó una marcha compuesta por empleados y sindicalistas de UGT, CC OO y USO hacia la capital para exigir al Ministerio de Industria un cambio radical del plan propuesto para la competitividad de la siderurgia integral.
Como resultado 500 trabajadores bilbaínos de Altos Hornos de Vizcaya iniciaban un 9 de octubre de 1992 esta movilización que duró 18 jornadas hacia Madrid. Al mismo tiempo que elloss, 250 obreros desde Oviedo se sumaban a la marcha poniendo inicio a lo que se convirtió en «un referente fundamental en la lucha obrera».
En solidaridad, las diferentes plantas siderúrgicas afectadas proclamaron un paro de 24 horas en rechazo al plan de viabilidad presentado por la Corporación de la Siderurgia Integral (CSI) y sus consecuencias. La protesta finalizó un 26 de octubre con la llegada al Ministerio de Industria después de haber recorrido más de 500 kilómetros.
«Ánimo y a caminar, que es lo nuestro», fueron las palabras de aliento que acompañaron durante estos días de lucha a estas valerosas personas que vivieron esta movilización y supieron hacer exigir sus derechos y reivindicar los valores de lucha y solidaridad ante la sociedad.
Añadir un Comentario