Cristina Antoñanzas inaugura, junto a la Ministra de Trabajo, una jornada organizada por ‘Revolución Ugetista’ en la ciudad de Ceuta contra la explotación de estudiantes
La vicesecretaria general de UGT ha reclamado, “de manera urgente, acabar con el fraude en las prácticas no laborales, sobre todo en las extracurriculares, donde usan a personas jóvenes con contratos de becarios, haciendo la función del trabajador o trabajadora de la empresa, y no les pagan. Hay empresas que tienen al 70% de su plantilla en esta situación”.
Cristina Antoñanzas ha realizado estas declaraciones durante la inauguración de las jornadas sobre fraude en las prácticas no laborales organizada por RUGE (Revolución Ugetista), donde ha intervenido, además, la Ministra de Trabajo, Magdalena Valerio. Es el primero de los actos con los que se cierra la conmemoración del 130 aniversario del sindicato en la ciudad autónoma.
Durante su intervención, Antoñanzas ha recordado la campaña que está realizado el sindicato en favor de los derechos de las personas becarias, con la edición de la “Guía sobre Becas, Contratos en Prácticas y Contratos para la Formación”, donde UGT informa a los becarios y becarias sobre sus derechos y obligaciones y les previene de posibles fraudes en la relación laboral.
Una guía donde se expone que el fraude por este tipo de prácticas alcanzó los 1.143 millones de euros en 2018, y que impacta de manera negativa sobre las condiciones laborales de los jóvenes y del resto de la población. Además, el estudio expone que hay un total de 886.079 personas que realizan prácticas laborales no remuneradas, universitarias y de formación profesional.
“Estamos viendo como hay plataformas, tipo Infojobs o Elmundodelbecario.com, que ofrecen una beca a personas que buscan un puesto de trabajo. Obligan a inscribirse al joven en un curso, que cuesta entre 300 y 400 euros, y después no lo reciben. Es decir, además de hacer el trabajo de cualquier otro trabajador o trabajadora durante las prácticas, no solo no se les paga, sino que tienen que pagar de su propio bolsillo”, ha manifestado.
Por ello, ha exigido “la persecución de oficio por parte de la Inspección de Trabajo hacia estas empresas; y la laboralización de este tipo de prácticas para evitar así indefensión hacia las personas jóvenes”.
Además, ha reclamado al futuro Gobierno que apruebe el Estatuto de las Prácticas No Laborales, “cuyo compromiso de negociar se debe de cumplir. Cuanto más tardemos, más personas sufrirán abusos; desarrollar el Plan de Choque por el Empleo Joven; y, sobre todo, derogar las últimas reformas laborales. Es hora de actuar. No solo porque es de justicia reequilibrar las fuerzas entre los empresarios y los trabajadores, sino como acto de decencia política y democrática”.
Si hay un gobierno socialista, se aprobará el Estatuto de las Prácticas No Laborales
Por su parte, la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, ha afirmado que “si volvemos a ganar las elecciones y hay un Gobierno socialista en plenitud de funciones, aprobaremos ese Estatuto que tanto necesitan nuestros becarios y becarias, siempre en el marco del Diálogo Social con los interlocutores sociales. Hay que ponerle freno a estas prácticas fraudulentas ya”.
“Las personas jóvenes son el presente y el futuro”, ha manifestado. “Tenéis que seguir luchando por vuestros derechos para avanzar y mejorar las condiciones de vida, algo que sin estabilidad laboral se convierte en imposible”.
Por ello, “queremos seguir desarrollando el Plan de Garantía Juvenil 2018-2020, rescatando una red de orientadores especializados, coordinados con las Autonomías y las distintas instituciones educativas, y preparando a los jóvenes para las nuevas realidades productivas”.
Además, ha recordado que el Plan Director para el Trabajo Digno “ya contiene una especial atención al problema de los becarios, reforzando los medios técnicos y humanos de la Inspección dedicados a esta materia”.
Hay que formar a los jóvenes en sus derechos laborales
Durante la jornada, ha intervenido también el Portavoz de RUGE-Revolución Ugetista, Eduardo Magaldi, que ha señalado que “al colectivo joven hay que animarle a denunciar y protegerle. Pero primero, hay que concienciar a la sociedad de cuál es la situación de estas personas, una juventud que tienen que pasar muchos años de formación y luego les devolvemos precariedad en el periodo laboral”.
“Hay que formar a la juventud en sus derechos laborales y los derechos que tienen durante sus prácticas”, ha manifestado. Además, “hace falta una regulación urgente. Vemos que las prácticas curriculares tienen deficiencias, pero no en tanta medida como las extracurriculares. Estamos a favor de las prácticas y de que la juventud se forme en las empresas, pero no que exista un fraude de las mismas”.
Por ello, ha reclamado “una campaña específica por parte de la Inspección de Trabajo, con un protocolo de actuación y un cuerpo dedicado expresamente a ello para poder acabar con este fraude”.
Hay que acabar con la brecha generacional
Las jornadas han sido clausuradas por el Secretario de Política Sindical de UGT, Gonzalo Pino, que ha señalado que “el trabajo de campo de RUGE sobre las ofertas de prácticas no laborales remuneradas tienen las siguientes características: 412 euros al mes como remuneración media; jornadas que oscilan entre 6 horas al día y jornada completa y no se suele realizar una tutorización efectiva”.
Pino ha enumerado las principales reivindicaciones del sindicato, entre ellas: “la creación de un Estatuto de las Prácticas No laborales, para lograr una mejora sustancial de las condiciones y derechos; establecer un límite proporcional de estudiantes en prácticas sobre trabajadores por empresa; inclusión obligatoria en el Régimen General de la Seguridad Social; y una retribución económica mensual, abonada por la empresa o entidad colaboradora, cuya cuantía mínima no podrá ser inferior al Salario Mínimo Interprofesional vigente, calculado en proporción a la duración horaria de las prácticas, entre otras medidas”.
En definitiva, desde UGT “defendemos la igualdad en el empleo de las personas jóvenes. No podemos tener brecha generacional, es decir, que los trabajadores y trabajadoras entren en el mercado laboral con unos derechos distintos dependiendo de los años que tienen”.
Asimismo, ha dicho que “hay que pasar de la resistencia a la revolución” en el mundo de trabajo y para ello es fundamental la presión de los trabajadores y trabajadoras, sobre todo de los jóvenes. Se trata de cambiar el signo del mercado laboral en nuestro país, caracterizado por contrataciones cada vez más precarias. Hacen falta cambios desde la perspectiva de la política y si ese paso no se da vamos a tener que empezar a movilizarnos, una vez constituido el Gobierno. “El próximo Gobierno debe corregir la precariedad del mercado laboral, lo que implica derogar la reforma laboral”- ha dicho.
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