El ex secretario general de UGT reafirma la importancia del sindicalismo durante la huelga general del 14D
Treinta años después de la histórica huelga general de 1988, el ex secretario general de la Unión General de Trabajadores Nicolás Redondo habla sobre el conflicto con el Gobierno de la época y lo compara con la situación actual durante una entrevista con el diario Cinco Días.
Redondo remarca que las lección más importante de la huelga fue «la responsabilidad y el comportamiento objetivo» qué mostró la izquierda. Fueron los sindicatos quienes tuvieron que tomar esa responsabilidad cuando fue evidente que no se podía llegar a un acuerdo. «Teníamos una aspiración alejada del egoísmo personal, que era representar los intereses de los trabajadores«, explica. Redondo sostiene que llegó un momento en que las diferencias entre las políticas del poder ejecutivo y la voluntad del pueblo al que representaba fueron demasiadas como para que los sindicatos no tomaran acción. «Nosotros éramos socialistas como ellos, pero teníamos más vocación sindical y sentido de clase. Políticamente teníamos esa relación continua con ellos, y queríamos hacer crecer al partido y a la UGT en paralelo«, señala.
Según el entrevistado, las políticas del Gobierno llegaron a tomar aspecto de social-liberalismo más que socialdemocracia: «Eran políticas de derechas hechas por partidos de izquierdas». Las medidas que se implantaban eran preocupantes, con reducciones ‘extraordinarias’ a las prestaciones para los desempleados y desempleadas, un endurecimiento de las pensiones, y otros ‘recortes drásticos’ a pesar del crecimiento del 6% que estaba experimentando la economía del país en esos momentos. Redondo agrega que se trataba de justificar diciendo que «era más socialista bajar la inflación que subir los salarios, pero los salarios no subían y la inflación, sí. Allí empezó la precariedad sin reducir el desempleo«.
El ex secretario compara la fuerza sindical de entonces con la actual, lamentando que «la izquierda prácticamente ha desaparecido, y los sindicatos no han sido capaces de crear entidades de contrapoder obrero a ese nivel«. Propone que debe haber más movimiento sindical para generar una mayor ‘capacidad combativa’ y así poder enfrentar los desafíos que se están presentando hoy en día. Para ello, sostiene que «lo que tenemos que renunciar es al proyecto liberal y a esa tercera vía«.
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