Las tres fosas comunes abiertas desde septiembre en Andalucía representan un desafío de excavación e identificación
El Ayuntamiento de Sevilla ha comenzado en septiembre los trabajos de apertura de tres de sus ocho fosas comunes en el cementerio de San Fernando de Sevilla . Hay unos 7.400 cadáveres en la fosa del Monumento, 5.600 en la Antigua, y 1.100 en Pico Reja: unos 14.000 en total. Además de la horrorífica cifra, se suman otras complicaciones para la exhumación, como que los restos están mezclados y en un estado que limita severamente las posibilidades de identificarlos individualmente, y el terreno y el tiempo transcurrido presentan problemas técnicos. A su vez, el registro municipal no tiene una lista exhaustiva de los nombres de las víctimas, teniendo inscritas sólo algunos centenares.
La fosa de Pico Reja ya está delimitada, y a pesar de ser la que cuenta con menos cuerpos, ha resultado ser bastante más grande de lo que anticipaban los expertos. El Ayuntamiento calcula una superficie de más de 2.600 metros cuadrados. Las otras dos fosas ya están en proceso de delimitación. A medida que terminen de señalar los límites de las fosas, comenzará el proceso de escavar y exhumar los cadáveres. Mientras TCA Geomática, la empresa contratada lleva a cabo estas obras, la oficina de Memoria Histórica del Ayuntamiento recoge muestras de ADN de los familiares de las víctimas del cementerio de San Fernando para asistir a la identificación de los cadáveres.
Desde UGT se muestra la satisfacción por estos trabajos en favor de devolver los restos a algunas familias. En todas las fosas se pueden encontrar los cuerpos de varios grupos distintos: fusilados (algunos ejecutados allí mismo), muertos de hambre, de enfermedades causadas por la situación de insalubridad, etc. Todas víctimas del golpe militar, guerra civil y régimen franquista. Entre ellos también yace Blas Infante, el mártir del andalucismo considerado el «Padre de la Patria Andaluza» Él y miles de víctimas continúan enterrados en fosas comunes, mientras que Gonzalo Queipo de Llano, el general franquista represor de la región, yace en la basílica de La Macarena.
La labor de exhumar e identificar los cuerpos del cementerio San Fernando es un trabajo fundamental para la Memoria Histórica, y un paso instrumental para continuar recordando uno de los puntos más importantes en la historia de la represión en nuestro país.
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