José Carlos Díez, Verónica Fumanal, y Mónica Contreras han debatido sobre los grandes retos a los que se enfrenta el futuro del trabajo
“En el tema de la educación es dónde te la juegas a muerte” ha afirmado el economista José Carlos Díez durante el debate “El futuro del trabajo. ¿Qué mundo queremos?” organizado por UGT, primer sindicato de España y con mayor número de afiliados, en el marco de las celebraciones con las que cierra la conmemoración del 130 Aniversario.
Para Díez “los primeros que llegaron al sindicalismo iban a morir, y en la educación yo estaría dispuesto a morir, dar la lucha entera. La tasa de paro de la población con estudios universitarios es del 7%, y la de sin esos estudios el 35%”. “El gran debate de la desigualdad y la precariedad estará ahí” ha añadido, apuntando la necesidad de actuar en dos campos: la capacitación en nuevas competencias de la población que tendrá que hacer frente a los retos de la transformación digital, y la formación profesional.
“El modelo alemán yo creo que sólo funciona en Alemania” ha asegurado José Carlos Díez, por lo que deberíamos encontrar “un modelo en el que los jóvenes que no quieran estudiar puedan canalizarse a formación que les ofrezca una vida digna”.
Educación pública, ese ascensor social
Verónica Fumanal, Presidenta de la Asociación de Comunicación Política y consultora, ha coincidido en el papel clave de la educación de cara al futuro, destacando el papel de la enseñanza pública. “El ascensor social que tenemos gracias a la Universidad pública es impagable” ha afirmado, “pero tiene que darse un meneo porque, si ves lo que hay fuera, puedes comparar. El idioma es una de las cosas fundamentales. En un mundo global y competitivo necesitamos esas competencias”.
La formación tecnológica, especialmente para las mujeres, es uno de los grandes retos de futuro que apunta Fumanal, porque “no hay mujeres atraídas por ese mundo o con visibilidad en él”.
Competir en igualdad es una falacia
En cualquier caso, según Fumanal, para las mujeres “competir en igualdad es una falacia” porque la igualdad real no es la igualdad formal. “Las mujeres asumimos de facto circunstancias que lastran, culturales y de otro tipo, que en realidad son suelos pegajosos. Y además ahora nos están haciendo la guerra. Estamos en una batalla cultural, bestia, donde la palabra feminismo está otra vez en cuestión, y nos queda lo más difícil” ha afirmado en relación a los ataques de la ultraderecha a las políticas de igualdad.
Reivindicación es sacrificio
En el transcurso del debate, que ha tenido lugar en el patio interior de la Escuela Julián Besteiro de Madrid, y moderado por el responsable del Área LGTBI de UGT, Toño Abad, se ha tratado el papel de los jóvenes en un futuro del trabajo que realmente les pertenece. Mónica Contreras, politóloga y consultora política, ha ejercido de portavoz de este colectivo, ha afirmado que “el trabajo y el futuro son las cosas que más inseguridad crean a los jóvenes. Creo que estamos en la misma situación que hace 130 años –en referencia al Aniversario que celebra UGT-, buscamos la dignidad”.
Mientras José Carlos Díez ha expresado su convicción de que los milenials “son una generación maravillosa, con valores superiores a los nuestros”, Verónica Fumanal ha apuntado hacia la debilidad de algunas manifestaciones del activismo juvenil, su gamificación (en relación con la expresión inglesa gaming, jugar). “Las luchas necesitan de un nivel de sacrificio al que los milenials no están acostumbrados, y eso no es cambio social” ha afirmado Fumanal, sino “que nos hace creer que es cambio social para que todo siga igual. El 15M se produjo un terremoto político y social porque hubo mucho sacrificio de mucha gente. Estamos en una magnificación de la lucha social porque tranquiliza nuestras conciencias”.
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