El secretario de Internacional de UGT acude al proceso de elección del nuevo secretario general de la organización del país trasalpino
La Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL) celebra en Bari (Italia) su XVIII Congreso Nacional, en el cual ha elegido a su nuevo secretario General, Maurizio Landini, después de nueve años de mando de Susanna Camusso. 456 delegados y 412 delegadas, 1500 invitados italianos, así como el secretario de Internacional de UGT, Jesús Gallego García, y un centenar de otros participantes de cuarenta países asisten al evento. En la inauguración del acto han intervenido Carla Nespolo, presidenta de la Asociación Nacional Partisana de Italia (ANPI), Anna Maria Furlan, secretaria General de la Confederación Italiana de Sindicatos Trabajadores (CSIL), y Carmello Barbagallo, secretario General de la Unión Italiana del Trabajo, entre otros.
CGIL fue fundada en 1944, y desde entonces ha sido el sindicato más grande de Italia, con más de 5,5 millones de afiliados (más de un 11% de la población adulta del país). «Es un sindicato hermano de la Unión General de Trabajadores» según Jesús Gallego. «Su importancia no se limita sólo a Italia, sino también a Europa, por su peso dentro de la Confederación Europea de Sindicatos y en la Confederación Sindical Internacional». Gallego ha agregado además que «el cambio de rumbo que pueda tener una organización concreta, al final tiene efectos para todos los que somos parte de la familia europea».
Por su parte, el nuevo secretario General de CGIL, Maurizio Landini (nacido en Castelnovo ne’ Monti, 1961) comenzó su trayectoria laboral como como soldador en el sector siderúrgico por 15 años, y ha sido el Secretario General de la Federación de Empleados Obreros en Metalurgia (FIOM-CGIL) desde 2010 hasta 2017. A partir de entonces, entró a formar parte de la secretaría nacional de la CGIL. Ha sido elegido Secretario General tras un acuerdo con el otro candidato, Vincenzo Colla, quien asume la posición de Vicesecretario General.
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